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AprendeTaiChi.com

Crónica del IX Encuentro de Tai Chi de Madrid

9 julio, 2011

Por Nuria Ortiz, Juanjo Estrella, Teresa Antón, Ricardo Paris

Y comenzó la fiesta de fin de curso…

Coincidiendo con el inicio de las vacaciones y el fin de las clases de Taichi, Chikung o Wushu nos reuníamos todos en El Retiro (Madrid), el primer fin de semana de julio, para mostrar a las demás escuelas el trabajo realizado a lo largo del año. Comenzábamos el sábado con los talleres gratuitos, en los que los profesores/maestros mostraban algunas pinceladas de sus enseñanzas, dándose a conocer y permitiendo el enriquecimiento de todos los asistentes. La calidad de los talleres, como es habitual, hacía difícil elegir a cual dedicar el tiempo.

Y el domingo por la mañana, las escuelas tuvieron la oportunidad de mostrar, en un ambiente de camaradería, las formas que enseñan. Al mismo tiempo que los alumnos tuvimos la oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos que podíamos soportar la presión de tener espectadores. Se que algunos de los participantes están acostumbrados a competir; pero también participaron alumnos en compañía de sus instructores, para los que era la primera vez. Felicito a todos los participantes primerizos, entre los que me encuentro, espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo. Alguien me habló de la importancia del grupo, del grupo que se forma en las clases, de las personas con las que has compartido el esfuerzo de aprender, de las personas que te han apoyado y con las que has compartido tu tiempo a lo largo del pasado curso. Por eso merece la pena participar, porque al igual que en las clases todos realizabais la forma conjuntamente, el domingo demostrábamos que éramos capaces de ponernos delante de desconocidos (y amigos) y coordinar nuestros movimientos.

Supongo que para otros se trató de un reto personal, de un “yo puedo hacerlo”. Sé que hubo olvidos, hubo caídas, hubo fallos… pero no es lo importante, nadie se acuerda ya. Lo realmente importante, desde mi punto de vista, es que lo hicimos, estuvimos allí, con nuestros compañeros, nos reímos y tenemos muchas fotos de recuerdo.

Me gustaría que todos aquellos que no se atrevieron este año lo intentaran el próximo. También pediría a los instructores que dejasen participar a los alumnos que hayan trabajado duro a lo largo del año. Porque no todos somos iguales, porque no a todas las personas se les puede exigir la misma elasticidad o acrobacias. La dedicación y el amor al Taichi, Chikung o Wushu es lo realmente importante.

Espero veros el próximo año… y siempre que queráis compartir nuestro favorito tema de conversación.

Nuria Ortiz

Y aquí tenemos un fantástico vídeo de Juanjo Estrella que refleja muy bien el espírito que pudimos disfrutar el domingo, día de las exhibiciones.

Aihooo,  aihoooo,  a casa a descansar, lala lala, lala, lala, laaaa (vaya usted a saber a santo de qué ha venido eso)

Cita en El Retiro, como todos los findes, pero este es especial, es el encuentro anual de taijiquan, el noveno ya. Cielos, cómo pasa el tiempo, aún recuerdo el primer encuentro del Retiro al que asistí, que no fue en El Retiro, por cierto, en el 2007…

Madrugar el sábado, llego al paseo de coches y descubro que estoy más nerviosa de lo que creía: tengo que ir al baño, y no soy la única.  Así que excursión a las afueras, encontramos una cafetería abierta con unos servicios en plan tetrix, que nos obligan a ceder, desviar, y encontrar las puertas… bueno, es una forma de empezar a calentar.

El sábado había 16 talleres gratuitos planificados, de dos horas c/uno, y 7 de ellos centrados en tuishou, aplicaciones de mano y esgrima. Bien, me gusta lo que eso significa, me gusta que los profesores se estén animando a hacer este tipo de talleres, a acercar a la gente este aspecto del arte, con frecuencia descuidado.

Y comenzó el taller de esgrima: paradas posicionales y ataques directos, cuatro paradas distintas, una estocada directa y dos cortes. Simple, ¿verdad?, pues va a ser que no. Es impresionante lo difícil que es no-hacer. La idea de las paradas posicionales es que “sólo” tenemos que colocarnos en la postura adecuada, montar toda la estructura, cuerpo y arma, de forma que el ataque sea desviado por esa estructura. Pero, claro, para que sea eficaz, además de encontrar la posición correcta, es necesario que no hagamos “cosas raras” que la rompan, no hay que empujar, golpear, salir corriendo, etc (que podemos ser muy creativos cuando se nos acerca un alguien con una espada, aunque sea de madera)

Lección uno aprendida: las reacciones automáticas no entrenadas, son un peligro en un enfrentamiento. Lección dos: la única forma de sustituir esas reacciones por unas nuevas, es practicar (mucho) correctamente. Otra vez lecciones obvias, vale, y repetidas, porque también me las he encontrado en tuishou. A ver si a fuerza de encontrármelas, termino por asimilarlas.

Y terminó el taller de esgrima, con un montón de gente feliz de haber probado las posibilidades de la esgrima, de habernos asomado a un mundo apasionante (es una deducción, no le pregunté a todos los participantes si se sentían así, pero todos terminamos con una sonrisa de oreja a oreja, así que me he atrevido a imaginar)

No asistí a ningún otro taller el sábado. Quería, porque había unos cuantos que me llamaban la atención, pero la carne es débil (al menos la mía), hacía un calor de narices y opté por cerveza, un poco de práctica, comida y siesta – ya sé a santo de qué venía la cancioncilla del principio.

Y llegó el domingo, la exhibición, más nervios (pero esta vez no hizo falta excursión a las afueras: el chiringuito a pie de pista estaba abierto). Empezó la vorágine, que no terminó hasta el final de las exhibiciones: calentar, practicar, observar, aplaudir, exhibir, observar, aplaudir, encontrar viejos amigos…

Disfruté del ambiente, del aspecto general, la libertad de atuendos, formas, la ligereza en los protocolos, éramos un gran grupo de amigos que se habían reunido para compartir, para mostrar lo que estábamos haciendo, por dónde andábamos, para ver por dónde andaban los otros, descubrir puertas y caminos, apoyar búsquedas y hallazgos, ofrecer opciones… en fin, un placer y un aliento, porque la consigna que nos llevamos grabada en el pecho fue: el año que viene aún mejor

Mmmmm…. Algo falta en ese párrafo aquí arriba, resulta un tanto endogámico: nosotros los practicantes de tcc. Pero estamos hablando de un encuentro público, talleres y exhibiciones en El Retiro, gente alrededor, practicantes y gente que sólo conoce el taichi por el anuncio aquel del yogur…  ¿qué impresión habrán sacado? Ni idea, pero a mí me gustó la imagen que tenía delante, me gustó lo que transmitía y espero que eso haya llegado a todos los que se acercaron en algún momento, a compartir un rato con nosotros.

Teresa Antón

 

Y para terminar, un vídeo de Ricardo Paris, con un resumen de la experiencia particular de los miembros de la escuela AprendeTaiChi.com en el Encuentro.

Puede verse el programa de las actividades que tuvimos y fotos en www.chenretiro.com.

Muchas gracias a los organizadores y a todos los participantes por permitirnos disfrutar de este gran evento.