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Los Antiguos Secretos de la Familia Yang. El legado de Yang Jianhou

17 agosto, 2012

Por David Gómez Gazol

El estilo Yang es probablemente el más popular del mundo, infinidad de gente lo practica pero, ¿es realmente conocido y entendido en su totalidad? ¿la práctica de las formas estandarizadas y ampliamente divulgadas nos garantizan un auténtico aprendizaje de la esencia del estilo?. Puede que en parte si, pero hace falta algo más, ¿el tuishou? Correcto, pero aún quedaría un vacío que nos impediría profundizar en el Taiji de la familia Yang.

Hay una serie de enseñanzas cruciales que se mantuvieron en secreto durante casi un siglo. Yang Luchan, fundador del estilo Yang, transmitió completamente su arte solamente a unos pocos, esencialmente a sus descendientes, Yang Banhou y Yang Jianhou. Fue en esta segunda generación donde se refinaron todas esas enseñanzas, y con la llegada de la tercera generación, especialmente con Yang Chenfu, se empezó a gestar la gran expansión de este estilo.

Hubo un lapso de tiempo en el que la segunda y tercera generación entrenaron juntas, en donde Yang Jianhou jugó un papel decisivo sobre el desarrollo del Taijiquan. Debatieron las diferentes interpretaciones sobre su arte y compartieron escuela y alumnos. Fue en esa época cuando un grupo selecto de estudiantes recibirían enseñanzas profundas del Taiji de la familia Yang, muchas veces aceptando el pacto de no transmitir dichas enseñanzas a nadie más. Posteriormente esos estudiantes se convertirían en leyendas del Taijiquan como fueron Wu Tunan, Wu Jianquan, Tian Zaolin o Wang Yongquan entre otros, algunos de estos maestros y sus alumnos decidieron no seguir respetando ese pacto de mantener en secreto esas valiosas enseñanzas en pos de perpetuar la verdadera esencia del estilo Yang, y es gracias a ellos que estas piezas perdidas del rompecabezas vayan llegando, poco a poco a nuestras manos.

Estas enseñanzas genuinas del estilo Yang van desde el Roushou (un tipo especial de empuje de manos), pasando por ejercicios para desarrollar las tres coordinaciones externas y las tres internas (Wei San He y Nei San He), técnicas de cultivo interior (Neigong), métodos del dominio de la energía (Jin Fa), hasta los secretos de la muy poco conocida forma de “Las Seis Viejas Rutinas” (Lao Liu Lu) que fuera confeccionada por el propio Yang Jianhou.

Este legado ha llegado a España de las manos de los maestros Huang Zhenhuan y Zhang Xiumu.

El maestro Huang Zhenhuan, creador del sistema Da Dao Taijiquan, enseña ejercicios de trabajo básico (Jiben Gong), en los que se trabajan las seis coordinaciones y los tres círculos. Este Jiben Gong pertenece al denominado Yang Antiguo, es decir, de antes de Yang Chenfu. Estos ejercicios le fueron transmitidos por sus maestros Wu Tunan, Shi Ming y Tian Zaolin. Wu Tunan fue discípulo de Wu Jianquan en la época en la que trabajaba hombro con hombro con Yang Jianhou, posteriormente también fue discípulo del hijo mayor de Jianhou, Yang Shaohou. Tian Zaolin, otro de los maestros de Huang Zhenhuan, fue instruido por Yang Jianhou y, a la muerte de este, por Yang Shaohou y Yang Chenfu. El otro maestro de Huan Zhenhuan fue Shi Ming, quien fuera alumno del gran Wang Yongquan, conocedor de muchas de las enseñanzas secretas de la familia Yang, incluida la forma “Lao Liu Lu”. Huang Zhenhuan transmitió algunos de estos Jiben Gong del Yang antiguo durante su estancia en España en el 2007, en concreto transmitió “San Quan Gong” (El Trabajo de los Tres Círculos) y “Wu Lei Shou” (Las Cinco Manos de Trueno).

El maestro Zhang Xiumu es conocedor del Neigong de la familia Yang gracias a las enseñanzas recibidas del maestro Wei Shuren quien fue uno de los discípulos más importantes de Wang Yongquan del que recibiera los métodos secretos del Roushou y la forma de “Las Viejas Seis Rutinas” (Lao Liu Lu). Cabe destacar que el maestro Wang Yongquan gozó de las enseñanzas de Yang Jianhou, Yang Shaohou y Yang Chenfu, recibiendo técnicas de trabajo y cultivo de la energía de transmisión muy restringida. Posteriormente su discípulo Wei Shuren transmitió estos conocimientos a Zhang Xiumu, además de las dos formas que él mismo simplificó a partir de la forma Lao Liu Lu, la forma de 22 y de 37 movimientos del Neigong de la familia Yang.

Zhang Xiumu reside actualmente en Barcelona y lleva más de 10 años impartiendo clases de Taijiquan en esa ciudad y en otras ciudades españolas como Salamanca y Toledo, con lo que ha contribuido, y contribuye, a la difusión del antiguo estilo Yang y su Neigong.

El Trabajo de los Tres Círculos.

El trabajo de los tres círculos se refiere a tres campos energéticos, a modo de órbitas, que circundan los hombros, la cintura y la cadera respectivamente. Estos círculos determinan el uso del Yi (intención) para hacer circular el Qi (energía) por ellos, para que los brazos u otra parte del cuerpo sean conducidos por el Qi.

Este trabajo de los tres círculos se utiliza tanto en la forma de “Las Viejas Seis Rutinas” como en los Jiben Gong que enseña Huang Zhenhuan, en concreto en los que llevan literalmente ese nombre “San Quan Gong” (trabajo de los tres círculos). A continuación paso a describir los ejercicios que componen el San Quan Gong:

  1. Jian Bang Gong (hombros): son círculos horizontales generados desde los hombros. El movimiento se asemeja a girar un volante de grandes dimensiones, como el de un camión o autobús.
  2. Yao Quan Gong (cintura): dos movimientos más bien elípticos de los brazos, pasando siempre por la cintura. Uno va de detrás hacia el frente ejecutando un golpe punzante con los dedos (palmas hacia arriba), el otro movimiento parte del primero, retrocediendo circularmente para volver al frente golpeando esta vez con la parte interna de las manos (palmas hacia abajo).
  3. Kua Quan Gong (cadera): desde la postura de sostener una bola con ambas manos, realizamos círculos hacia dentro partiendo de la cadera hasta expresarlos en los brazos. Las manos y las rodillas deberían a su vez realizar círculos horizontales, el lado derecho (rodilla y mano) en un sentido, y el lado izquierdo en sentido contrario.

Estos tres ejercicios se deben realizar primeramente en el sitio, para luego utilizar diferentes desplazamientos, avances (con y sin cambio de la pierna adelantada), retrocesos, pasos laterales, etc. Los desplazamientos se deben realizar en varias direcciones (rectilíneas, en cruz, en aspa, siguiendo esquemas Bagua, etc.). También se pueden practicar con desplazamientos espontáneos, sin haberlos prefijado anteriormente. La velocidad en los ejercicios puede variar de lenta a rápida o incluso explosiva en algunos momentos.

Las Cinco Manos de Trueno (Wu Lei Shou).

Este es otro conjunto de ejercicios de Jiben Gong del Yang antiguo que el maestro Huang Zhenhuan enseña. Están diseñados para mejorar la coordinación, pudiéndose ejecutar con diferentes desplazamientos en variadas direcciones. Se pueden ejecutar despacio o rápido dependiendo la habilidad y coordinación que tengamos, también podemos hacer uso de movimientos puntualmente explosivos (Fa Jing). Los ejercicios son los siguientes:

  1. Chuan Zhang: la posición resultante es similar a la del látigo simple, un brazo se encuentra extendido al frente con la palma abierta, mientras que el otro está flexionado con la mano en forma de gancho a la altura de la oreja. El movimiento de los brazos describe un semicírculo vertical.
  2. Tu Zhang: este ejercicio recuerda al movimiento Bai She Tu Xin (la serpiente blanca saca la lengua). Una mano se encuentra pinchando con los dedos a la altura de la garganta con la palma hacia arriba, mientras la otra palma apunta hacia el frente con el dedo índice presionando sobre el punto Neiguan de la otra muñeca. Los brazos describen un movimiento en espiral pasando las palmas siempre por la línea central del cuerpo (Ren Mai).
  3. Ban Lan Zhang: la posición final de los brazos es parecida al movimiento Bai Lian (barrer el loto), pero quedando una mano más arriba que la otra. Las piernas se desplazan lateralmente realizando un cruce para terminar en Gong Bu (posición del arco y la flecha), mientras que los brazos describen un círculo completo para acabar con una acción punzante de los dedos de ambas manos.
  4. Zhe Huo Zhang: el trabajo de desplazamiento es idéntico al del ejercicio anterior. Las manos también describen un círculo completo pero en esta ocasión un puño golpea horizontalmente con el reverso, mientras la otra palma apunta hacia el frente, presionado con el dedo índice el punto Neiguan del brazo que golpea con el puño.
  5. Bai Lian Zhang: este es el único de los cinco ejercicios que no tiene aplicación marcial, su único objetivo es aumentar la coordinación. Los pies se mueven cuadrangularmente en cuatro tiempo al frente, cruce horizontal, atrás recto y atrás en diagonal). Los brazos se balancean de un lado a otro con los puños cerrados y el dedo índice extendido, describiendo un arco vertical hasta la altura de los hombros.

Tanto el Trabajo de lo Tres Círculos como Las Cinco Manos de Trueno constituyen unos excelentes ejercicios con los que desarrollar coordinación, equilibrio, velocidad y resistencia, al mismo tiempo desbloqueamos la energía y aprendemos a moverla a través de las diferentes articulaciones. A diferencia de las formas, estos ejercicios usan muy pocos movimientos lo cual favorece que, con un poco de práctica, sean interiorizados rápidamente con lo que se pueden ejecutar de una manera muy fluida y natural.

Lao Liu Lu, la forma de “Las Seis Viejas Rutinas”.

Se dice que esta es la forma que la familia Yang practicaba en secreto y que muy raramente enseñaba fuera del estricto círculo familiar. No está del todo claro si la forma existía antes de Yang Jianhou y este la perfeccionó y adaptó a su forma de entender el Yang Taijiquan, o si fue el propio Jianhou el que creara esta forma a partir de los conocimientos que le transmitiera su padre, Yang Luchan. El caso es que un funcionario que trabajaba en la residencia del nieto del emperador, llamado Pu Lun Bei Zi, donde Jianhou impartía clases de Taijiquan a la corte imperial, tenía una estrecha relación con Yang Jianhou, llegando incluso a hacer favores especiales a él y a su familia, asegurándoles una posición social cómoda y el respeto de la nobleza y de los altos funcionarios imperiales. Esto, junto con el gran interés y dedicación por el Taijiquan mostrado por Wang Zhonglu, el funcionario antes mencionado, hizo que Yang Jianhou le transmitiera a él y a su hijo, el gran Wang Yongquan, los secretos de los Yang, incluida la forma Lao Liu Lu, bajo un pacto por el cual no les estaba permitido enseñar dicha forma a terceros.

A los setenta años el maestro Wang Yongquan, muy influido por los cambios sociales de la China posrevolucionaria y por el miedo de que la auténtica esencia del Taijiquan de los Yang se perdiera, decidió no seguir respetando el pacto de secretismo,. Fue así como Wei Shuren, uno de sus discípulos, aprendió los secretos del Taijiquan de la familia Yang, quien empezara difundir sus conocimientos a sus estudiantes y plasmara estos conocimientos en tres libros publicados en China.

Originalmente esta forma, llamada Las viejas Seis Rutinas, consta de 89 movimientos. Wei Shuren creó dos simplificaciones de la misma, eliminando repeticiones, resultando una forma de 22 movimientos y otra de 37 movimientos. Estas tres formas, Lao Liu Lu y sus dos simplificaciones, las aprendió el maestro Zhang Xiumu de las manos del propio Wei Shuren y actualmente las está transmitiendo en España.

Características.

Se trata de una forma muy nivelada en cuanto al uso de la energía, ni se emite del todo ni se mantiene permanentemente dentro del Dantien, se trata de un dar y recibir y/o recuperar la energía, de expandir el Qi para volverlo a condensar, como si todo el cuerpo fuera un enorme corazón, sístole, diástole, la energía entra y sale de manera natural fluyendo continuamente.

El énfasis se pone en el Yi, intención, que debe guiar a la energía, y esta a su vez al movimiento. Primero pongo en marcha la intención por ejemplo de que la energía fluya convergentemente por el círculo de los hombros, la fuerza generada por esa intención hace que el Qi se mueva exactamente por donde nuestra intención le manda. A través de la relajación finalmente mis brazos siguen el movimiento que la intención ha marcado, movidos por el Qi, como si cabalgaran encima de esa energía.

Al mismo tiempo el cuerpo tiene que estar completamente relajado, pero vivo, es decir, sensible a los movimientos de la energía. Es un trabajo de sentir, no es una reproducción mecanicista de los movimientos, es una vivencia de plena conciencia de cada movimiento, de forma que no siempre se ejecutan exactamente de la misma manera, puede haber pequeñas diferencias de una persona a otra, de un momento a otro, dependiendo de la fuerza y características de nuestra intención y energía en el momento de ejecución. Esto nos lleva a vivir y sentir el ahora, el aquí, estando sólo pendientes de ese momento, de ese movimiento que no es de Wei Shuren, ni de los Yang, es nuestro.

En cuanto a aspectos técnicos más concretos hay cuatro conceptos clave: Song (relajarse), San (soltarse, aflojarse), Tong (fluir, estar desbloqueado) y Kong (estar vacío, alcanzar el estado Wuji). Siguiendo las palabras del gran Wang Yongquan, Citado por Wei Shuren, “Cuando los movimientos y métodos se combinan armoniosamente para seguir al Yi (intención), un sutil y profundo fenómeno se empieza a desarrollar. Todo el cuerpo es transparente y vacío, uno se olvida de sí mismo y sigue las leyes del Tao. Este alto nivel de aprendizaje empieza a suavizar las manos y las muñecas. Cada paso y cada movimiento deben estar guiados por los principios del Taijiquan, y sólo tras largos años de constante práctica de dichos principios se puede alcanzar el nivel de total relajación y transparencia, de vacío”.

Aunque la mayoría de los conceptos arriba mencionados son comunes en la práctica en general de cualquier forma y estilo de Taijiquan, son particularmente cruciales en esta forma, de hecho los movimientos de la misma se diría que están especialmente diseñados para poder ser aplicados desde el principio hasta el final de la forma. Algunas de las peculiaridades de Lao Liu Lu son: Qi Qiur (dos globos de qi en las palmas de las manos), San Qi Quan (los tres círculos de energía anteriormente explicados), axilas sosteniendo bollitos de vapor (mantou), es decir, mantener un espacio de separación en las axilas entre los brazos y el tronco, a fin de que los hombros se relajen más y el qi fluya rápidamente hasta las manos. Otra característica sería la del cuerpo con forma de campana, que es una forma de dividir el tronco en cinco partes: la primera parte sería el aro de la campana que es el cuello, la segunda sería la parte superior de la campana y se correspondería con el pecho, la tercera se corresponde con la parte central de la campana que es la cintura, la cuarta es la base de la campana que se corresponde con cadera, y la quinta es el badajo de la campana que es representada por el cóccix.

Por muchos años el completo conocimiento del Taijiquan en general y del estilo Yang en particular ha estado vetado a unos pocos privilegiados, o se ha intentado disfrazar de una u otra cosa debido a diferentes presiones sociales y/o políticas. Afortunadamente eso esta cambiando, antiguas enseñanzas secretas, o por lo menos muy poco difundidas, van saliendo a la luz. Nos corresponde a nosotros, los amantes del arte del Taijiquan, mover ficha, aprender, investigar y difundir estos nuevos y, al mismo tiempo, tan antiguos conocimientos en pos del desarrollo del propio arte. Hay que tener la mente abierta, no hay que estancarse únicamente en las rígidas listas de formas estandarizadas y ampliamente difundidas, no si se quiere recuperar la casi perdida esencia del Taijiquan.

David Gómez Gazol, instructor de los estilos Yang y Chen de Taijiquan y de Choi Lee Fut Kung Fu, 3º Duan por la Asociación China de Wushu, doble medalla de plata (estilo Chen tradicional y espada de Taiji tradicional) en la”6º Competición Internacional de Taijiquan de Jiaozuo, Henan, China (2011), 3º premio en el foro de tesis deTaijiquan en “Taijiquan Sutmit Forum of Jiaozuo” (2011).